Señales en la roca

Señales en la roca

Por qué hacer psicología para bruj@s y místic@s?

Por qué hacer psicología para bruj@s y místic@s?

Antes de comenzar con esta idea, estuve buscando en internet si existía algo parecido. Curiosamente sólo encontré algunos posts y eran relacionados con el arte y con algunas explicaciones sobre la relación entre la psicología con el feminismo (pues sí, a las mujeres constantemente nos han llamado brujas, entre otras cosas). Pero no he viso perfiles de psicólogos que hayan puesto sus servicios en función de la comunidad mística y esotérica.

Tal vez uno de los motivos para esto ha sido la dificultad tan grande de discriminar a nivel profesional donde termina el delirio, la alucinación y la fantasía, y donde comienza la "comunicación" con lo divino. En cierto sentido, es muy frecuente encontrar a psicólogos que se definen como religiosos o como católicos, y muy pocos que se definen como místicos... al menos abiertamente.

Mi intención, entonces, es compartir, desde mi vida enlazada a la psicología y al mundo místico; las experiencias que me han llevado hacia y desde el mundo de los Dioses y de los hombres. No pretendo convencer a nadie. La espiritualidad es, en última instancia, una parte que puede o no integrarse en la vida de cada persona. A los Dioses no les importa si crees en ellos. Yo simplemente he decidido creer.

6/11/2016

La tierra nos habla



Independientemente de dónde venimos, hay algo que nos llama y nos hace sentirnos parte o no de donde estamos. Hay algo que, aunque no seamos sensibles a las vibraciones que emiten, nos hace sentirnos parte o no de algún sitio. La tierra del lugar donde vivimos nos moldea y no podemos negar que existe esta relación especial entre ella y nosotros, donde vemos que lo que pensamos y sentimos se hace más o menos profundo, visceral, elemental.

Yo, en un cìrculo de piedras, en Irlanda
En la magia vemos como han trascendido prácticas esotéricas y se han adaptado al contexto de cada región. Y no se trata solamente de una cuestión cultural. Podemos cerrar los ojos, olvidarnos por un momento de las personas que nos rodean, dedicarnos a sentir, y darnos cuenta de que hay una voz que nos llama y si fluimos con ella sabemos qué hacer para manejar sus códigos. No hacerlo, es ir en contra de una corriente, donde nosotros somos los que estamos yendo en sentido contrario y, en el mejor de los casos, no vamos a poder avanzar más allá del punto en donde nos encontramos.


Lo vemos a diario. En Irlanda hablamos con las Hadas y en Ecuador hablamos con los Gnomos. Vivir durante muchos años cerca del mar probablemente me hizo entender el idioma del agua y de la tierra: los procesos del pensamiento y los sentimientos y el crecimiento. Vivir cerca de los volcanes necesariamente me impulsa hacia lo más interno, intuitivo y energético de mi ser. Miro las montañas y consigo entender el poder de la Madre como protectora y también como castigadora. Medito sobre los elementos que nos rodean y vienen imágenes del llamado de las profundidades. Los misterios se manifiestan no desde el agua, como aprendí durante toda mi vida, sino del huevo primigenio. La vida nace desde el centro del mundo. Si quieres descubrir, no tienes que sumergirte, tienes que enterrarte.

Yo, en los bosques de Ecuador
Fluir con la energía de la tierra en donde vives hace con que ella se entienda con nosotros y nosotros con ella. Trazar el círculo hacia la derecha o hacia la izquierda o hacia donde tu dedo apunte, confiando en el magnetismo de lo que te rodea. Aprendiendo nuevas formas de sentir y siendo consciente de que aquello que sabíamos de memoria no nos sirve para nada cuando el simbolismo es totalmente nuevo. Después de todo, los Dioses se comunican con nosotros no a través de palabras, sino a través de sensaciones, emociones, imágenes.

Si la Diosa en otros momentos venía de las aguas, aquí viene de las arenas del desierto y se yergue como fénix si eres lo suficientemente osado como para poner tu oído en el suelo y suspirar sobre el suelo seco. Es otra Diosa y es la misma y quien eres nuevo eres tú, porque sabes que si pestañeas, consigues verla en todo su esplendor y belleza, y no te queda otra opción que entregarte  una y otra vez, y transformarte en Ella para, en última instancia, poder hablar el mismo idioma.